viernes, 26 de marzo de 2010

8 Tips de Sexo bizarros!!

8 Tips de Sexo bizarros


Hay muchas actividades que mejorarán tu juego sexual que no son necesariamente las prácticas estándar. Ciertamente, puede que no sean los Tips de sexo más bizarros de la Web, pero con la gran cantidad de consejos fríos que se ven por ahí, estos son los ocho tips de sexo más bizarros que realmente te gustaría probar. ¿Los otros? Bueno, puedes decidir por ti mismo.

1 Muérdela

Puede sonar cruel, pero de hecho morder es bastante sexy y uno de los más emocionantes de nuestros ocho tips de sexo bizarro cuando se hace correctamente. Tu no vas a morder o sacar trozos de carne. ¿Qué vas a hacer?, sin embargo, es mucho más sutil: Abre la boca cerca a un hombro, las nalgas u otra zona carnosa (En la parte lateral interna de sus muslos) y tratar de cerrar la mandíbula, aplicando una ligera presión. Los dientes nunca deben unirse en el centro, y pellizcar la piel con los dientes no es lo que se debe hacer. No exageres, unos mordiscos bien hechos muestra tu pasión. Un buen ejemplo es si estás tomándola por detrás, y cuando estés en pleno clímax, muérdela en la espalda o en el hombro.

2 Acéitela

Usar aceite como un medio para mejorar tus relaciones sexuales no es algo nuevo, pero es a menudo subutilizado. El aceite proporciona una superficie resbaladiza para tu juego sexual, y a veces más es mejor. El aceite debe ser a base de hierbas y oler bien. El aceite de ylang ylang es un relajante y afrodisíaco. El aceite debe ser suave, a base de almendra. Agarra una cortina de baño u otro producto a prueba de aceite, cúbranse de aceite y deslícense camino al orgasmo.

3 Utilización de frío y calor

Los cambios de temperatura estimulan y excitan los nervios. Cuando las influencias externas son las mismas, los nervios pueden relajarse y se vuelven insensibles, saben lo que viene, nada está cambiando, por lo que van a baja potencia. Si se estimulan los nervios con cambios de temperatura, se quedan despiertos y, por tanto, aumenta el poder del juego sexual. Puedes usar una variedad de sustancias, como chocolate caliente, una copa de vino fría o un cubito de hielo. Ten cuidado de no hacer la experiencia incómoda, de vez en cuando pide su opinión. Úsalo para el sexo oral o inventa tus propios juegos.

4 Chupa sus pies

Algunas personas odian sus pies o odian que les toquen los pies. Sin embargo, tras lamer y chupar los pies de tu pareja, es una de los más sensuales de los ocho tips de sexo bizarros. Entre los dedos del pie y el arco del pie son las áreas más sensibles. Haz que ella te lo haga, para saber exactamente cómo se siente. La limpieza de los pies es fundamental para este tip. Además, succionar se hace mejor despacio. Ten cuidado con tus pies después del baño el jabón no tiene buen sabor.

5 Nalguéala

Las nalgadas vienen en línea con los mordiscos, pero es más pronunciado y puede doler un poco, sin embargo, es un hecho científicamente probado que azotar las nalgas mientras lo estas haciendo hace que el cuerpo traduzca el golpe como placer y proporciona un flujo de sangre a la zona. Curva un poco la mano hacia adentro, pero mantenla suelta y da una buena palmada en la nalga lejos del ano. Haz que suene como una buena bofetada. No exageres, estrella del porno.

6 Frota su ano

Asegúrate que sabes que no le vas a introducir un dedo (u otro objeto como la lengua) en el ano. Un método es mientras está encima de ti, acerca tu dedo húmedo alrededor del ano y deslízalo suavemente alrededor de este, pero no hagas presión alguna sobre el ano. Lo mismo ocurre mientras le haces sexo oral a ella. Asegúrate de que la zona está muy limpia antes de empezar algunas sorpresas pueden no ser excitantes.

7 Coman

Tener un picnic en la cama, es sexy es una gran manera de incorporar los alimentos y el sexo. Evita las comidas picantes en particular, ya que pueden producir mal aliento. Come frutas y platos de queso, y utiliza su cuerpo como el plato. La decadencia y el placer se crían más, así que lleva algunos alimentos a la cama y ten unas horas de sensualidad disfrutando de la compañía mutua.

8 Tómala en el ángulo correcto

No nos equivoquemos al respecto: Esto es un desafío. Piense en todas las formas en que puedas tener relaciones sexuales, e intenta hacerlo. Pensar en algunas posiciones bizarras, y sí, vas a tener que usar tu imaginación.

Promiscuidad.. Cuantos Son Demasiado?


La promiscuidad hace referencia a la práctica de relaciones sexuales con varias parejas en un periodo de tiempo relativamente corto. Una persona promiscua es aquella que cambia constantemente de pareja sexual y hace de este intercambio una forma de vida. Realmente no se me ocurre una definición mejor y no creo que la halla porque el concepto de por sí es bastante ?inatrapable?.

¿Con cuántas personas es necesario acostarse para ser considerado promiscuo? ¿Veinte, treinta o quizás diez? El concepto de promiscuidad realmente es muy relativo, es una de las definiciones más subjetivas que he visto en toda mi vida de psicóloga y puedo asegurarles que he visto muchas. El problema radica en que el concepto en sí mismo encierra un número que varía de cultura en cultura, de país o región en región e incluso de persona a persona.

A corroborar estos datos acuden los resultados de una encuesta realizada por Durex (una compañía que comercializa productos para la sexualidad) en 41 países donde participaron alrededor de 317 mil personas, se evidenció que los turcos son aquellos que tienen el mayor número de parejas sexuales (14.5 como media) mientras que en la India las personas tienen un promedio de tres relaciones. Por otra parte, el 70% de los noruegos reconoce haber tenido sexo ocasional; un porcentaje bastante elevado si se compara con el de la India donde solo el 13% reconoce haber mantenido sexo de una noche. Así, ser promiscuo en una u otra cultura será algo muy diverso si hacemos referencia simplemente a un número.

De seguro a inicios del siglo pasado, cuando las mujeres iban vírgenes al matrimonio (o al menos eso decían) y al enviudar no se volvían a casar; ser promiscua equivaldría a tener tres o cuatro relaciones a lo largo de toda la vida. En la actualidad podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que éste número ha aumentado superlativamente pero aún así continúan sobreviviendo los estereotipos de género.

Lo que algunas personas considerarían como un número digno del epíteto promiscuo para una mujer podría no ser aplicado al hombre. Así, muchas veces este adjetivo solo sirve para delinear los estereotipos de género. Un amigo solía decir en tono jocoso: "Si una mujer reconoce haber tenido 10 relaciones, multiplica este número por 2; si un hombre reconoce 10 relaciones, divídelo entre dos. Solo así podrás obtener el verdadero número". Sin lugar a dudas la sociedad en ocasiones impulsa a uno y otro género a mentir sobre el número de sus relaciones de pareja; no obstante, considero que la promiscuidad no debe ir encadenada a un número sino más bien a un estilo de vida y a una forma de comprender las relaciones sexuales.

Ser promiscuo no equivale a tener cierto número de parejas sino a asumir el cambio de parejas como un estilo de vida, a no comprometerse con una relación y asumir la sexualidad como un juego donde solo se recibe placer. Todos podemos tener malas relaciones que terminan, entonces iniciamos otras nuevas con la perspectiva de hallar nuestra "media mitad", eso no indica que seamos personas promiscuas.

Quizás la vuelta de tuerca más fuerte que he visto por estos tiempos refiriéndose a la promiscuidad se halla en una investigación realizada por equipos de tres universidades británicas (Durham, Aberdeen y St. Andrews) donde se llegó a la conclusión que con solo mirar el rostro de una persona podemos si ésta es proclive a tener una relación sexual esporádica o si, por el contrario, prefiere un periodo de flirteo más bien largo para conocer a la futura pareja.

El estudio fue desarrollado con 700 voluntarios a los cuales les pidieron que adivinaran (a partir de fotografías) las actitudes en las relaciones sexuales de personas del sexo opuesto. Por supuesto, previamente a las personas fotografiadas fueron interrogadas sobre sus preferencias. En una primera muestra de 172 personas, el 72% de ellas logró identificar a través de las fotografías el "nivel de promiscuidad". ¿Cómo?

Muy sencillo: las mujeres más proclives a las relaciones esporádicas son las que se perciben como más atractivas, mientras que los varones promiscuos tienen unos rasgos faciales muy masculinos, como pueden ser una mandíbula cuadrada, la nariz grande o los ojos pequeños.

Recapitulando: las mujeres y los hombres que son considerados culturalmente como más atractivos también son más promiscuos. ¡Que novedad! Quizás si sacásemos el promedio de las veces que son abordados y el número de veces que se van a la cama obtendríamos unas cuantas sorpresas. Sin comentarios...

Quizás el problema de la promiscuidad se resume a una frase genial que he leído por la red: "Promiscuo es aquel que tenga más parejas que yo".

Pero bromas y seriedades científicas aparte, considero que el vocablo promiscuo, como otros tantos, debería ser desterrado de una vez y por todas de nuestro vocabulario. Cada palabra etiquetante que encierre a las personas en una categoría y coarte sus potencialidades debería ser penalizada.


Fuentes:
Boothroyd, L. G. et. Al. (2008) Facial correlates of sociosexuality. Evolution and Human Behavior; 29(3): 211-218.
Durex (2005) Global Sex Survive. En: Durex.
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